Aquí puedes consultar los recorridos que ya tenemos armados para que elijas el que más te acomode.
La muy noble y muy leal ciudad de Los Ángeles es un referente histórico, arquitectónico y económico de lo que fue la Nueva España, llegando a ser la segunda ciudad más importante durante la Colonia.
Gracias a su posición privilegiada en el camino que conectaba a la Ciudad de México con el Puerto de Veracruz, la intención de la corona española en crear una ciudad para peninsulares fue fructífera, gozando de una economía estable debido al comercio y a la producción de bienes.
n esta experiencia, te llevamos a conocer los andares de los primeros pobladores de la Angelópolis donde la bonanza que existió desde su fundación hasta el siglo XVII quedó plasmada en la traza de la urbe y el ordenamiento del imponente Centro Histórico.
Desde su fundación, Puebla fue una ciudad de artesanos peninsulares y gracias a ello, la Iglesia y la sociedad poblanas gozaron de un acceso a objetos manufacturados localmente de alta calidad. La historia de la tradición cerámica se remonta a la llegada de los primeros artesanos, quienes provenían de importantes familias ceramistas de Talavera de la Reina y Andalucía, en España, así como de Génova, ahora Italia.
En esta experiencia, te llevamos a admirar las fachadas de distintos inmuebles que portan azulejos de “loza fina” o “entre fina”, actualmente conocidos como “Talavera”. Estos ejemplos son prueba del ingenio e innovación de una tradición cerámica milenaria, originaria de Medio Oriente, que fue reinterpretada y asimilada en la cultura y sociedad de la Nueva España.
Durante los siglos XVII y XVIII en muchas partes del mundo occidental, el barroco se desarrolló como una forma particular de concebir el arte, y Puebla no fue la excepción. En el barroco poblano existen obras de arte excepcionales, algunas con un claro toque indígena; abunda la riqueza visual presente en la diversidad de materiales ornamentales como yeserías, ladrillos y azulejos.
En esta experiencia te llevamos a conocer dos de los monumentos coloniales más emblemáticos de Puebla. Por un lado, visitaremos la suntuosa Capilla del Rosario, construida por la orden dominica y llena de símbolos marianos, que contrasta con el templo de Santa María Tonanzintla, erigido por frailes franciscanos donde anteriormente se rendía culto a Tonantzin, diosa prehispánica de la fertilidad.