La temática de los relieves en general, parece que sigue una secuencia conforme se asciende al cerro: felinos, humanos y signos que representan diversos elementos de la naturaleza como el cielo y la cueva sagrada. Algunas evidencias señalan que posiblemente estas obras incluyeron pintura con vivos colores, de manera que debieron ser apreciados como auténticos murales. 

“El Rey” (Monumento 1), descubierto en 1932 por la población local, es uno de los relieves más famosos y muestra una figura humana dentro de una cueva. El personaje se encuentra sentado sobre un elegante trono, lo que lo señala como un miembro de la clase social más alta, sosteniendo una barra con sus brazos a nivel del pecho. El perfil de esta cueva se reconoce como unas grandes fauces abiertas con ojos y plantas que crecen sobre ella, por lo que ha sido bien llamada “Monstruo de la tierra”, y representa las entrañas de la tierra de una forma mística. De la boca del mitológico monstruo salen ganchos o volutas que simbolizan viento o humo, como el aliento del inframundo, y en la parte superior aparecen elementos que simbolizan las nubes y lluvia que fertilizan la tierra. De ahí, que la obra también se conozca como “El dador de agua”.